Nunca
he soportado nada en él, cada verano era más repelente para mí. Su
manera de mirar con superficialidad, su “estilo” conduciendo como
si fuera el dueño del lugar, la forma en que cogía sus estúpidos
cigarros, el modo que tenía de morderse el labio con la intención
de poner cachondas a media población femenina, (o a toda), pero
sobre todo esa faceta de chico malo que el mismo se había creado y
que los demás creían que existía.
UNA
SEMANA ANTES
Arrastro
a Josh a la pista, quiero bailar con él y pasármelo genial esta
noche. Hacemos 4 meses y yo he decidido que esta noche es, nuestra
noche, en todos los sentidos. Mi casa se va ha quedar vacía ese fin
de semana y es el momento perfecto. Una primera vez perfecta con un
chico perfecto. Eso solía pasar solo en los cuentos, y crees que
nunca te va a tocar pero te toca.
O
al menos eso creo yo.
-Vamos,
mi amor, vamos a bailar.- digo rodeando su cuello con los brazos.
-Sabes
que no se me da bien, cariño.- se mueve de una manera cómica.
-Todo
el mundo baila en la discoteca.- le doy un rápido beso en los labios
y él sonríe.- vamos a pasarlo bien.
-Está
bien.- dice resignado.
Mientras
bailo agarrada a él veo a Zayn y a toda su banda de lameculos
pisándole los talones. Siete idiotas que no tiene otra cosa que
hacer más que decirle que sí a todo y seguirle el rollo.
-Un
vodka con coca cola.- suelta él, así sin pedirlo por favor, en la
barra. La camarera pone una cara de guarra que no puede con ella y se
ajusta el escote antes de ir a preparar la bebida.
-Aquí
tienes, Zayn.- su nombre le llena la boca y termina mordiéndose el
labio intentado parecer provocativa. Él apenas se inmuta pero cuando
le da el dinero le guiña el ojo antes de marcharse.
Ella
se queda dándole un repaso, pobre, le afectan los amebas como Zayn,
otra persona sin una mentalidad como la mía seguro que diría, “así
has acabado, no me extraña que seas camarera”. Pero mi estilo no
es juzgar así a las personas.
-¿Qué
te ocurre?.- dice Josh.
-No,
nada, creí que conocía a esa chica.- miento señalando a otra de
las chicas que están tras la barra.
-Hm.-
se acerca a mi cuello y empieza a recorrerlo con sus labios. Suelto
una carcajada nerviosa y agarro su cara para besarle con ganas.
-Ejem.-
alguien carraspea a nuestro lado. Abro los ojos para separarme de mi
chico.
-Ya
estamos.- escucho susurrar a Josh.- ¿qué quieres, Zayn?
-Nada,
nada, Jossy.- hace un diminutivo infumable de su nombre.- ¿te lo
pasas bien con TN?
-Sí,
¿y tu?, ¿qué tal la noche?.- dice para seguirle el rollo a Zayn y
ver si así nos deja en paz.
-Bueno
podría estar mejor.- me recorre entera con la mirada y no sé como
responder.
-Ah,
pues nada.- dice Josh y agarra mi mano para sacarme de allí.-
nosotros nos vamos fuera a tomar el aire.
-¿Qué
pasa?, ¿la enana ya quiere volver a casa?.- esta vez me alza la
cabeza agarrándome de la barbilla, le doy un manotazo y me lo saco
de encima.
-No
la toques.- dice Josh cortante intentando defenderme.
-Déjalo,
cariño.- digo haciéndole moverse del sitio.- no merece la pena.
-No
merece la pena, no merece la pena…- canturrea Zayn viendo como nos
vamos. Me giro para hacerle un maravilloso corte de mangas y esta vez
la destinataria de su guiño de ojo soy soy. Idiota.
Volvemos
a la discoteca cuando Zayn y sus “secuaces” ya se han marchado.
Mi maravillo plan de noche perfecta decae más y más cada hora. Mi
chico perfecto se esta inflando a mojitos y hace el gamba con sus
amigos. Lo dejo pasar, pues le apetece divertirse y no voy a
fastidiar yo su noche. Le hago un par de señas, quiero salir de allí
y sentarme un rato en la orilla de la playa.
Encuentro
un hueco con arena no muy pegajosa y me acomodo. Busco por el bolso,
saco un cigarro y lo trato de encender con la última cerilla que me
queda en la cajita.
-Mierda.-
me es imposible.
Tiro
con rabia la caja y me quedo con el cigarro en la boca para palpar
mis bolsillos por si, con suerte, tengo algún mechero.
-¿Necesitas
fuego, enana?.- ese tono de voz, esa manera de decirlo, esa maldita
palabra.
-Zayn…¿ganas
algo molestándome?, vete por ahí, anda.
-Qué
malas contestaciones, un día te lavaré la boca con jabón eh.- uf,
aprieto los dientes mientras a él se le ocurre la genialidad de
sentarse a mi lado.
-Un
día te iras a la mierda y dirás que vas de mi parte, gilipollas.
Chasquea
la lengua negando con la cabeza y enciende su mechero. Me enciendo el
cigarro y vuelvo a apartar su mano con más brusquedad que la vez
anterior.
-No
voy a darte las gracias si es lo que esperas.
-No
espero eso de ti, no precisamente.- susurra en mi oído.
-¿De
qué vas?.- me levanto al segundo y me alejo de él.
-Eh,
enana, que si estás enfadada porque tu maravilloso novio este ciego
perdido en la barra de la discoteca no lo tengo que pagar yo.
Echo
a andar por la playa y mis pies no responden cuando él me lo impide.
Me rodea la cintura con una mano y pega su boca en mi oído.
-¿No
me das un beso de buenas noches, enana?.- noto un leve mordisco.
-Te
voy a dar esto como no pares.
Me
es imposible hacer el amago de cruzarle la cara, sujeta mi muñeca
con fuerza y me acerca tanto a su cara que noto como respira.
-¡Cariño!.-
escucho la voz de mi novio desde la puerta del bar. Lleva tal
borrachera que ni se molesta en acercarse para ver si Zayn me está
molestando.
Se
ríe desde su sitio y sus colegas le agarran él se deja llevar hasta
el interior del bar de nuevo. Definitivamente no tendremos esa noche
especial que he estado planeando.
Su
chasquido de lengua vuelve a oírse y pongo de nuevo mi vista en él.
Está negando con la cabeza mientras marca una provocante sonrisa
torcida. Maldito idiota.
-Que
mal.
-¿Mal
qué?.- digo cortante.
-Dejarte
sola.- sus ojos marrones se clavan en mí. ¿Siempre los ha tenido
tan grandes? Dios.
-Uf.-
suspiro y me marcho de allí dejándole con la palabra en la boca.
(AL
DÍA SIGUIENTE)
-Vamos
allí, hay menos gente.- digo adelantándole el paso a Josh.
Aun
estoy muy enfadada por lo de la noche anterior.
-¿Te
pasa algo?, estás rarísima.- dice mientras me peleo con la
sombrilla haciendo un vano intento de colocarla bien.
-¿Eh?,
no.- ironizo.- nada.
-(_____),
¿qué pasa?
-Básicamente,
ayer preferiste emborracharte y pasar de mi cara.- digo colocando la
toalla.
-Creí
que ayer tu también te divertías en la discoteca.
-Pues
va a resultar que no.
-¿Pues
qué estuviste haciendo?
-Mira,
mejor déjalo.- digo zanjando el tema.
Después
de unos tres cuartos de hora en el agua salimos para tomar el sol.
Hasta he traído las palas para que nos entretuviéramos un rato pero
de poco me servirán. Veo a los mismos amigos con los que había
estado la noche anterior y se acercan hasta nuestro sitio.
Suspiró
mirando hacia otro lado y tras terminar una insignificante
conversación todos escucho las palabras que ya me iba temiendo de la
boca de Josh.
-Me
voy con ellos un rato, vengo en seguida.- dice levantándose y sin
darme tiempo a responderle.
Pues
nada. Rebusco en mi bolso y cojo el iPod. La canción se pone por
modo aleatorio, all I have to give, de Backstreet Boys, mientras
tanto yo me acomodo en mi tumbona. Sin darme cuenta del tiempo las
canciones van pasando una a una, quiero mirar el reloj pero de
repente alguien me tapa los ojos desde atrás. Vale, ya no quiero
seguir enfadada, ha vuelto para quedarse conmigo. Me quitó los
cascos y agarro sus manos.
(Escuchadla, de verdad)
-Cariño.-
canturreo completamente feliz.
Noto
un cálido beso en el cuello que me provoca un escalofrío. Me rio
como una tonta y él continua.
-Josh,
me hacer cosquillas.- me quejo entre carcajadas.
-Uf,
que mal eso de que te equivoques con los nombres, enana.
La
rabia empieza a apoderarse poco a poco de mí y también la
vergüenza. Aparto su mano de mi cara y me pongo en pie dispuesta a
darle el mayor guantazo que le hayan dado en toda su vida. Me lleno
de regocijo al conseguirlo, aunque no ha sido muy fuerte. Se pasa las
yemas de los dedos por la mejilla y a pesar del golpe el muy idiota
está sonriendo. Vale, y ahora ¿desde cuando esos ojos han sido tan
marrones?
-Estas
loco, eh, ¿qué crees que puede llegar a pensar mi chico si nos ve?,
bueno.- me corrijo.- si te ve, que yo no he hecho absolutamente nada.
-¿Qué
chico?, ¿el que está jugando al futbolín?
Miro
hacia la zona de los futbolines y efectivamente el idiota de Zayn
lleva toda la razón del mundo.
-Que
no me cambies de tema, ¿de qué vas?
-Lo
dices como si no te hubiera gustado.
-Es
que no me ha gustado.- digo haciendo una imitación de su voz.
-Ya,
ya.- lo deja caer.
Es
mi oportunidad y puedo vengarme de él. Veo como algo sobresale de su
bolsillo, las llaves de su coche. De un momento rápido las cojo y
llevo mi mano hacia atrás para coger impulso. Que se joda, se las
pienso tirar al agua. Le miro antes de terminar mi fechoría y veo a
un nuevo Zayn, a mi sorpresa, con la cara totalmente pálida.
-Eres
mujer muerta como las tires.
-¿Ah
sí?, ¿y qué me vas a hacer?, ¿llamar a tus amiguitos a que me den
una tunda?, ah no que eso no es de machos, mejor que se la den a
Josh, ¿verdad?
-Cállate,
no haré nada, dame las llaves TN.
-No.-
me aparto para que no me coja y me meto al agua, solo hasta los
tobillos.
-TN.-
dice con la mayor seriedad posible, ¿estará enfadado de verdad?
-A
la próxima te lo pensarás antes de molestarme.
Parece
que no va a hacerlo pero se mete e intenta llegar a mi altura, yo he
retrocedido unos pasos y me he metido más dentro. Él va poquito a
poco, por dios, ni que le diera miedo el agua.
Ya
estoy metida hasta la cintura, suficiente, le enseño las llaves por
última vez, las muevo para que suenen un poco y de los cuatro dedos
separo el meñique.
-Para.-
dice él acercándose lentamente.
Suelto
el anular.
-Estate
quieta de una maldita vez.
Con
miedo, suelto el dedo corazón. Las llaves quedan sujetas solo por el
índice y el pulgar.
-Diviértete
buscando.
Suelto
ambos dedos y mientras escucho el chapoteo del agua alzo la cabeza
topándome de lleno con Zayn que se abalanza sobre mí.
Abro
los ojos bajo el agua, el muy capullo ha cogido las llaves. Saco la
cabeza y cojo aire, él me está agarrando por los hombros.
DOS
DÍAS DESPÚES.
-Entonces,
¿a qué hora viene?.- pregunto en el desayuno.
-Viene
a las 10 en punto. En la caseta está todo el material que necesita.
A
las 10 de la mañana el timbre suena, mi madre esta con sus informes
en su despacho y mi padre en la oficina. Voy al piso de abajo y abro
la puerta. Me cuesta creerlo, y al parecer su cara también es un
poema. Ninguno lo esperábamos y no sabemos que decir.
-¿Es
tu casa?
-¿Tu
eres el nuevo jardinero?
AL
DÍA SIGUIENTE
-TN
trae el pan.- dice mi padre desde la mesa.
-Voy.-
mientras me levanto Josh, que ha venido a comer conmigo y mis padres,
me dedica una sonrisa. Se la devuelvo y me voy casi dando saltitos a
por el pan.
Mientras
estoy cortando el pan y metiendo en la bandeja escucho el ruido de la
cortadora de césped. Levanto la vista y veo a Zayn en el jardín
arreglándolo. Parece que sabe que le estoy mirando, pues justo en
ese momento empieza a notar el calor del sol de agosto y se desprende
con rapidez de su camiseta de tirantes.
He
parado de cortar pan y tengo la mirada fija en él. Me cuesta
quitarla. Se gira, me acaba de pillar y para terminar con más éxito
marca una irritable sonrisa torcida haciéndome saber que se ha dado
cuenta de todo.
Vuelvo
a la mesa. El mundo se ha puesto en mi contra, pues mis padres están
hablando del jardinero también. Josh, por otra parte, sigue comiendo
como quien no quiere la cosa.
-Vehiculo
propio.- dice mi madre.- de segunda mano.
-Hace
bien su trabajo, me gusta.- dice mi padre contento.
Acompaño
a Josh hasta la puerta, va a ir a traerse unos DVDs para que los
veamos juntos en casa. Zayn ya no está en el jardín, aunque su
turno no ha acabado. Josh se marcha y me acerco hasta la caseta con
todas las cosas del jardín. Encuentro a Zayn abriendo una bolsa de
semillas.
-No
sabía que tu coche era de segunda mano.- digo, sin vacilación.
-Sí,
¿que pasa?, puede que no tenga el BMV de tu novio pero no soy un
idiota y eso me compensa.
-Siento
lo del otro día.
-¿El
qué?
-Lo
del agua.
-Esta
bien, y ahora, ¿me dejas pasar?
Josh
llega y subimos a mi cuarto para ver la película. Llevo un bol de
palomitas en las manos. Coge algunas y se las echa a la boca, me
habla de lo buena que esta siendo la peli mientras las mastica, puag.
Miro
por la ventana de mi habitación, Zayn ha terminado y esta guardando
sus cosas en su coche. Veo como arranca y pierdo el coche cuando
dobla la esquina.
EL
FIN DE SEMANA
-Estaremos
aquí mañana para la hora de comer. El dinero para el jardinero está
en el sobre que hay en la mesa, ten cuidado si enciendes el gas para
harte la comida.
-Que
sí, mamá.
Escucho
el coche de Zayn llegar y cojo el sobre para dárselo nada más
recibirlo. Abro la puerta y cuando lo veo una sonrisa aparece en mi
cara, cosa que no entiendo pero que no puedo contener.
-Esto
es tuyo.- le tiendo el sobre.
-Luego
lo recogeré, voy a por una botella de agua.
-Claro,
pasa.
-Oye
contéstame a algo.- dice cogiendo la botella.
-¿Si?
-¿De
verdad te gusta?
-¿Perdón?
-Él,
¿de verdad eres feliz cada vez que pasa de ti?.- esas palabras me
rompen por dentro.
-No
pasa de mí.- tartamudeo.
-TN.-
se acerca a mí y coge mi cara entre sus manos con sumo cuidado.-
mira, puedo parecer un chulo y en imbécil.- baja sus manos a mi
cintura, hace unos días le hubiera apartado, ahora no siento nada de
eso.- pero puedo ver desde cualquier sitio que no te gusta nada de lo
que hace, que no eres feliz así.
-Zayn.-
pronuncio absorta en sus ojos, me acerco a su cara. Lo necesito,
quiero... muero por besarle.
Y
lo hago y me pierdo en ese beso, sonriendo como idiota cuando murmura
un “enana” sobre mis labios.
-Se
que no tengo ni su coche ni su dinero y que de todos los sitios donde
podía haber trabajado he venido a parar aquí sin saberlo. Llevo
muchos días deseando decirte todo esto y es que quiero estar
contigo. Y ojala pudiera darte el mundo entero, pero amor es todo lo
que tengo para darte.
Se
me encoge el corazón con esas palabras, le abrazo, fuerte, muy
fuerte. Y me doy cuenta de que si él a sido capaz de decir eso yo
podre ser capaz de decirle que a mi con él me sobra el mundo.