lunes, 17 de septiembre de 2012

ONE SHOT ZAYN MALIK Y TU.


Nunca he soportado nada en él, cada verano era más repelente para mí. Su manera de mirar con superficialidad, su “estilo” conduciendo como si fuera el dueño del lugar, la forma en que cogía sus estúpidos cigarros, el modo que tenía de morderse el labio con la intención de poner cachondas a media población femenina, (o a toda), pero sobre todo esa faceta de chico malo que el mismo se había creado y que los demás creían que existía.

UNA SEMANA ANTES

Arrastro a Josh a la pista, quiero bailar con él y pasármelo genial esta noche. Hacemos 4 meses y yo he decidido que esta noche es, nuestra noche, en todos los sentidos. Mi casa se va ha quedar vacía ese fin de semana y es el momento perfecto. Una primera vez perfecta con un chico perfecto. Eso solía pasar solo en los cuentos, y crees que nunca te va a tocar pero te toca.

O al menos eso creo yo.

-Vamos, mi amor, vamos a bailar.- digo rodeando su cuello con los brazos.
-Sabes que no se me da bien, cariño.- se mueve de una manera cómica.
-Todo el mundo baila en la discoteca.- le doy un rápido beso en los labios y él sonríe.- vamos a pasarlo bien.
-Está bien.- dice resignado.

Mientras bailo agarrada a él veo a Zayn y a toda su banda de lameculos pisándole los talones. Siete idiotas que no tiene otra cosa que hacer más que decirle que sí a todo y seguirle el rollo.

-Un vodka con coca cola.- suelta él, así sin pedirlo por favor, en la barra. La camarera pone una cara de guarra que no puede con ella y se ajusta el escote antes de ir a preparar la bebida.
-Aquí tienes, Zayn.- su nombre le llena la boca y termina mordiéndose el labio intentado parecer provocativa. Él apenas se inmuta pero cuando le da el dinero le guiña el ojo antes de marcharse.

Ella se queda dándole un repaso, pobre, le afectan los amebas como Zayn, otra persona sin una mentalidad como la mía seguro que diría, “así has acabado, no me extraña que seas camarera”. Pero mi estilo no es juzgar así a las personas.

-¿Qué te ocurre?.- dice Josh.
-No, nada, creí que conocía a esa chica.- miento señalando a otra de las chicas que están tras la barra.
-Hm.- se acerca a mi cuello y empieza a recorrerlo con sus labios. Suelto una carcajada nerviosa y agarro su cara para besarle con ganas.
-Ejem.- alguien carraspea a nuestro lado. Abro los ojos para separarme de mi chico.
-Ya estamos.- escucho susurrar a Josh.- ¿qué quieres, Zayn?
-Nada, nada, Jossy.- hace un diminutivo infumable de su nombre.- ¿te lo pasas bien con TN?
-Sí, ¿y tu?, ¿qué tal la noche?.- dice para seguirle el rollo a Zayn y ver si así nos deja en paz.
-Bueno podría estar mejor.- me recorre entera con la mirada y no sé como responder.
-Ah, pues nada.- dice Josh y agarra mi mano para sacarme de allí.- nosotros nos vamos fuera a tomar el aire.
-¿Qué pasa?, ¿la enana ya quiere volver a casa?.- esta vez me alza la cabeza agarrándome de la barbilla, le doy un manotazo y me lo saco de encima.
-No la toques.- dice Josh cortante intentando defenderme.
-Déjalo, cariño.- digo haciéndole moverse del sitio.- no merece la pena.
-No merece la pena, no merece la pena…- canturrea Zayn viendo como nos vamos. Me giro para hacerle un maravilloso corte de mangas y esta vez la destinataria de su guiño de ojo soy soy. Idiota.

Volvemos a la discoteca cuando Zayn y sus “secuaces” ya se han marchado. Mi maravillo plan de noche perfecta decae más y más cada hora. Mi chico perfecto se esta inflando a mojitos y hace el gamba con sus amigos. Lo dejo pasar, pues le apetece divertirse y no voy a fastidiar yo su noche. Le hago un par de señas, quiero salir de allí y sentarme un rato en la orilla de la playa.

Encuentro un hueco con arena no muy pegajosa y me acomodo. Busco por el bolso, saco un cigarro y lo trato de encender con la última cerilla que me queda en la cajita.

-Mierda.- me es imposible.

Tiro con rabia la caja y me quedo con el cigarro en la boca para palpar mis bolsillos por si, con suerte, tengo algún mechero.

-¿Necesitas fuego, enana?.- ese tono de voz, esa manera de decirlo, esa maldita palabra.
-Zayn…¿ganas algo molestándome?, vete por ahí, anda.
-Qué malas contestaciones, un día te lavaré la boca con jabón eh.- uf, aprieto los dientes mientras a él se le ocurre la genialidad de sentarse a mi lado.
-Un día te iras a la mierda y dirás que vas de mi parte, gilipollas.

Chasquea la lengua negando con la cabeza y enciende su mechero. Me enciendo el cigarro y vuelvo a apartar su mano con más brusquedad que la vez anterior.

-No voy a darte las gracias si es lo que esperas.
-No espero eso de ti, no precisamente.- susurra en mi oído.
-¿De qué vas?.- me levanto al segundo y me alejo de él.
-Eh, enana, que si estás enfadada porque tu maravilloso novio este ciego perdido en la barra de la discoteca no lo tengo que pagar yo.

Echo a andar por la playa y mis pies no responden cuando él me lo impide. Me rodea la cintura con una mano y pega su boca en mi oído.

-¿No me das un beso de buenas noches, enana?.- noto un leve mordisco.
-Te voy a dar esto como no pares.

Me es imposible hacer el amago de cruzarle la cara, sujeta mi muñeca con fuerza y me acerca tanto a su cara que noto como respira.

-¡Cariño!.- escucho la voz de mi novio desde la puerta del bar. Lleva tal borrachera que ni se molesta en acercarse para ver si Zayn me está molestando.

Se ríe desde su sitio y sus colegas le agarran él se deja llevar hasta el interior del bar de nuevo. Definitivamente no tendremos esa noche especial que he estado planeando.

Su chasquido de lengua vuelve a oírse y pongo de nuevo mi vista en él. Está negando con la cabeza mientras marca una provocante sonrisa torcida. Maldito idiota.

-Que mal.
-¿Mal qué?.- digo cortante.
-Dejarte sola.- sus ojos marrones se clavan en mí. ¿Siempre los ha tenido tan grandes? Dios.
-Uf.- suspiro y me marcho de allí dejándole con la palabra en la boca.


(AL DÍA SIGUIENTE)

-Vamos allí, hay menos gente.- digo adelantándole el paso a Josh.

Aun estoy muy enfadada por lo de la noche anterior.

-¿Te pasa algo?, estás rarísima.- dice mientras me peleo con la sombrilla haciendo un vano intento de colocarla bien.
-¿Eh?, no.- ironizo.- nada.
-(_____), ¿qué pasa?
-Básicamente, ayer preferiste emborracharte y pasar de mi cara.- digo colocando la toalla.
-Creí que ayer tu también te divertías en la discoteca.
-Pues va a resultar que no.
-¿Pues qué estuviste haciendo?
-Mira, mejor déjalo.- digo zanjando el tema.

Después de unos tres cuartos de hora en el agua salimos para tomar el sol. Hasta he traído las palas para que nos entretuviéramos un rato pero de poco me servirán. Veo a los mismos amigos con los que había estado la noche anterior y se acercan hasta nuestro sitio.

Suspiró mirando hacia otro lado y tras terminar una insignificante conversación todos escucho las palabras que ya me iba temiendo de la boca de Josh.

-Me voy con ellos un rato, vengo en seguida.- dice levantándose y sin darme tiempo a responderle.

Pues nada. Rebusco en mi bolso y cojo el iPod. La canción se pone por modo aleatorio, all I have to give, de Backstreet Boys, mientras tanto yo me acomodo en mi tumbona. Sin darme cuenta del tiempo las canciones van pasando una a una, quiero mirar el reloj pero de repente alguien me tapa los ojos desde atrás. Vale, ya no quiero seguir enfadada, ha vuelto para quedarse conmigo. Me quitó los cascos y agarro sus manos.


(Escuchadla, de verdad)




-Cariño.- canturreo completamente feliz.

Noto un cálido beso en el cuello que me provoca un escalofrío. Me rio como una tonta y él continua.

-Josh, me hacer cosquillas.- me quejo entre carcajadas.
-Uf, que mal eso de que te equivoques con los nombres, enana.

La rabia empieza a apoderarse poco a poco de mí y también la vergüenza. Aparto su mano de mi cara y me pongo en pie dispuesta a darle el mayor guantazo que le hayan dado en toda su vida. Me lleno de regocijo al conseguirlo, aunque no ha sido muy fuerte. Se pasa las yemas de los dedos por la mejilla y a pesar del golpe el muy idiota está sonriendo. Vale, y ahora ¿desde cuando esos ojos han sido tan marrones?

-Estas loco, eh, ¿qué crees que puede llegar a pensar mi chico si nos ve?, bueno.- me corrijo.- si te ve, que yo no he hecho absolutamente nada.
-¿Qué chico?, ¿el que está jugando al futbolín?

Miro hacia la zona de los futbolines y efectivamente el idiota de Zayn lleva toda la razón del mundo.

-Que no me cambies de tema, ¿de qué vas?
-Lo dices como si no te hubiera gustado.
-Es que no me ha gustado.- digo haciendo una imitación de su voz.
-Ya, ya.- lo deja caer.

Es mi oportunidad y puedo vengarme de él. Veo como algo sobresale de su bolsillo, las llaves de su coche. De un momento rápido las cojo y llevo mi mano hacia atrás para coger impulso. Que se joda, se las pienso tirar al agua. Le miro antes de terminar mi fechoría y veo a un nuevo Zayn, a mi sorpresa, con la cara totalmente pálida.

-Eres mujer muerta como las tires.
-¿Ah sí?, ¿y qué me vas a hacer?, ¿llamar a tus amiguitos a que me den una tunda?, ah no que eso no es de machos, mejor que se la den a Josh, ¿verdad?
-Cállate, no haré nada, dame las llaves TN.
-No.- me aparto para que no me coja y me meto al agua, solo hasta los tobillos.
-TN.- dice con la mayor seriedad posible, ¿estará enfadado de verdad?
-A la próxima te lo pensarás antes de molestarme.

Parece que no va a hacerlo pero se mete e intenta llegar a mi altura, yo he retrocedido unos pasos y me he metido más dentro. Él va poquito a poco, por dios, ni que le diera miedo el agua.

Ya estoy metida hasta la cintura, suficiente, le enseño las llaves por última vez, las muevo para que suenen un poco y de los cuatro dedos separo el meñique.

-Para.- dice él acercándose lentamente.

Suelto el anular.

-Estate quieta de una maldita vez.

Con miedo, suelto el dedo corazón. Las llaves quedan sujetas solo por el índice y el pulgar.

-Diviértete buscando.

Suelto ambos dedos y mientras escucho el chapoteo del agua alzo la cabeza topándome de lleno con Zayn que se abalanza sobre mí.

Abro los ojos bajo el agua, el muy capullo ha cogido las llaves. Saco la cabeza y cojo aire, él me está agarrando por los hombros.



DOS DÍAS DESPÚES.

-Entonces, ¿a qué hora viene?.- pregunto en el desayuno.
-Viene a las 10 en punto. En la caseta está todo el material que necesita.

A las 10 de la mañana el timbre suena, mi madre esta con sus informes en su despacho y mi padre en la oficina. Voy al piso de abajo y abro la puerta. Me cuesta creerlo, y al parecer su cara también es un poema. Ninguno lo esperábamos y no sabemos que decir.

-¿Es tu casa?
-¿Tu eres el nuevo jardinero?

AL DÍA SIGUIENTE

-TN trae el pan.- dice mi padre desde la mesa.
-Voy.- mientras me levanto Josh, que ha venido a comer conmigo y mis padres, me dedica una sonrisa. Se la devuelvo y me voy casi dando saltitos a por el pan.

Mientras estoy cortando el pan y metiendo en la bandeja escucho el ruido de la cortadora de césped. Levanto la vista y veo a Zayn en el jardín arreglándolo. Parece que sabe que le estoy mirando, pues justo en ese momento empieza a notar el calor del sol de agosto y se desprende con rapidez de su camiseta de tirantes.

He parado de cortar pan y tengo la mirada fija en él. Me cuesta quitarla. Se gira, me acaba de pillar y para terminar con más éxito marca una irritable sonrisa torcida haciéndome saber que se ha dado cuenta de todo.

Vuelvo a la mesa. El mundo se ha puesto en mi contra, pues mis padres están hablando del jardinero también. Josh, por otra parte, sigue comiendo como quien no quiere la cosa.

-Vehiculo propio.- dice mi madre.- de segunda mano.
-Hace bien su trabajo, me gusta.- dice mi padre contento.


Acompaño a Josh hasta la puerta, va a ir a traerse unos DVDs para que los veamos juntos en casa. Zayn ya no está en el jardín, aunque su turno no ha acabado. Josh se marcha y me acerco hasta la caseta con todas las cosas del jardín. Encuentro a Zayn abriendo una bolsa de semillas.

-No sabía que tu coche era de segunda mano.- digo, sin vacilación.
-Sí, ¿que pasa?, puede que no tenga el BMV de tu novio pero no soy un idiota y eso me compensa.
-Siento lo del otro día.
-¿El qué?
-Lo del agua.
-Esta bien, y ahora, ¿me dejas pasar?



Josh llega y subimos a mi cuarto para ver la película. Llevo un bol de palomitas en las manos. Coge algunas y se las echa a la boca, me habla de lo buena que esta siendo la peli mientras las mastica, puag.

Miro por la ventana de mi habitación, Zayn ha terminado y esta guardando sus cosas en su coche. Veo como arranca y pierdo el coche cuando dobla la esquina.

EL FIN DE SEMANA

-Estaremos aquí mañana para la hora de comer. El dinero para el jardinero está en el sobre que hay en la mesa, ten cuidado si enciendes el gas para harte la comida.
-Que sí, mamá.


Escucho el coche de Zayn llegar y cojo el sobre para dárselo nada más recibirlo. Abro la puerta y cuando lo veo una sonrisa aparece en mi cara, cosa que no entiendo pero que no puedo contener.

-Esto es tuyo.- le tiendo el sobre.
-Luego lo recogeré, voy a por una botella de agua.
-Claro, pasa.

-Oye contéstame a algo.- dice cogiendo la botella.
-¿Si?
-¿De verdad te gusta?
-¿Perdón?
-Él, ¿de verdad eres feliz cada vez que pasa de ti?.- esas palabras me rompen por dentro.
-No pasa de mí.- tartamudeo.
-TN.- se acerca a mí y coge mi cara entre sus manos con sumo cuidado.- mira, puedo parecer un chulo y en imbécil.- baja sus manos a mi cintura, hace unos días le hubiera apartado, ahora no siento nada de eso.- pero puedo ver desde cualquier sitio que no te gusta nada de lo que hace, que no eres feliz así.
-Zayn.- pronuncio absorta en sus ojos, me acerco a su cara. Lo necesito, quiero... muero por besarle.

Y lo hago y me pierdo en ese beso, sonriendo como idiota cuando murmura un “enana” sobre mis labios.

-Se que no tengo ni su coche ni su dinero y que de todos los sitios donde podía haber trabajado he venido a parar aquí sin saberlo. Llevo muchos días deseando decirte todo esto y es que quiero estar contigo. Y ojala pudiera darte el mundo entero, pero amor es todo lo que tengo para darte.

Se me encoge el corazón con esas palabras, le abrazo, fuerte, muy fuerte. Y me doy cuenta de que si él a sido capaz de decir eso yo podre ser capaz de decirle que a mi con él me sobra el mundo.