sábado, 17 de noviembre de 2012

HARRY STYLES Y TU. ONE SHOT ¡PARTE 1!


(Narra _____)

Llevábamos ya más de veinte minutos dando vueltas con el coche por el mismo barrio. Todas las casas eran iguales; grandes, pijas... cualquiera tendría lo que buscábamos. Mientras Angela volvía a repasar una y otra vez las dos filas de chalet, que esta vez habíamos llegado a la última calle, la vi sonreír, ya había encontrado la que le convencía.

-¿Y bien?- pregunté poniéndome mi jersey negro.
-Esa.- volvió a sonreír señalando la casa que estaba a nuestra derecha.
-¿Segura?- metí la pistola dentro de mi bota y agarré la bolsa.
-Segura.- afirmó cogiendo su arma.

Dejamos el coche arrancado, no serían más de diez minutos yen la casa no parecía haber nadie. Nos fuimos a la parte trasera. Premio, la puerta que daba al jardín estaba abierta no sería muy difícil apañárselas con la puerta de dentro. Angela se quitó la horquilla del pelo y con un sutíl movimiento escuchamos el, clack. Se metió la horquilla en el bolsillo de los vaqueros y encendió la pequeña linterna que llevaba.

-Voy arriba a comprobar que no hay nadie.- dijo y empezó a subir las escaleras sigilosamente.

Encendí mi linterna y llegué a un salón. Había dos latas de cerveza y una caja de pizza termina en una pequeña mesa. Busqué por las sillas de la mesa más grande, nada, encima de la mesa, nada. Uf.

Claro (____), eres estúpida. Me fui a la puerta principal. Había un perchero con dos o tres abrigos, rebusqué por los bolsillos y encontré dos carteras, cada una en un abrigo, el otro estaba vació. Estaba claro, en la casa vivían dos hombres o dos chavales jóvenes, quizá eran una pareja. Abrí las carteras, ambas llevaban dinero... y bastante.

-Por arriba está todo despejado, pero estos tios son unos guarros.- Angela señaló con la linterna unos boxers azules los cuales llevaba colgando con dos dedos intentando tocarlos lo menos posible.
-¿Te has metido a las habitaciones?- dije apagando la literna y encendiendo la luz del salón.
-No, si es que estaban en el pasillo.- dijo con cara de asco y los soltó dejándolos caer sobre el sofá.
-Estos tíos no tienen mal gusto.- la casa era grande, más por dentro que por fuera. Lo inspeccioné todo.
-Siguen siendo unos cerdos.- rodó los ojos mirando las cervezas y la caja de pizza.

Tras investigar un par de minutos, Angela dió con una especie de caja fuerte detrás del plasma.

-No tienen pinta de se rmuy espabilados.- rebusqué por las carteras que había cogido anteriormente. Busqué los DNI y sin prestarle atención a las fotos o los nombres le di a Angela las dos opciones.

-No es 24 12 91.- dijo intentándolo de nuevo.- ¿cómo era la otra?
-A ver...- miré una vez más el otro DNI.- 01 02 94
-Voy a intentarlo.- Angela volvió a trastear la caja.- oye, ¿y no te parece raro que se marchen de casa sin las carteras?
-¿Y qué más da?, arriba no hay nadie, ¿no?- negó con la cabeza.- pues ya esta.
-¡Premio!, estos tios son tontos, definitivamente.

Llenamos la bolsa con el dinero que nos encontramos en la caja fuerte, tampoco era demasiado pero no estaba nada mal.

-Mira que monada.- dijo Angela mostrándome su muñeca.
-Si lo sé subo yo.- había encontrado un rolex.
-Soy más rápida, ¿vas a coger ese portátil?
-Deberíamos irnos ya.- dijo agarrándolo y metiéndolo en la bolsa como pude.
-Pero aún así lo coges.- se burló de mí.

Se entretuvo intentando coger algo de uno de los cajones del mueble del pasillo y yo aproveché para ir a la cocina, las llaves del Rang Rover que había aparcado fuera estaban en un cuenco.

-Angela, ¡vamos!- grité yendo a la puerta del jardín.- ¡dios!, ¡Angela!- grité dejando las llaves que acababa de coger en la encimera.- ¡vámonos!

Al entrar de nuevo al salón no vi a Angela por ningún sitio, supuse que había vuelto a subir en busca de alguna nueva ganga de la que agenciarse. Me quedé mirando las fotos que había en el salón, los chicos que vivían allí serían unos cerdos pero parecían guapos.

Escuché una especie de grito ahogado, sin duda, era ella. Quise subir para buscarla pero antes de poner un pié en esas malditas escaleras unas manos me rodearon desde atrás, no pude moverme a causa de que una de ellas aferraba mis caderas con fuerza junto con mis brazos y tampoco podía gritar, la otra mano me aprisionaba los labios dejándome sólo un pequeño hueco para poder respirar por la nariz.

Intenté levantar la pierna para llegar a mi arma pero al hacerlo solo conseguí golpear a quien fuera que estuviera detrás haciéndole caer al suelo. Me removí aún entre esos brazos desconocidos y logré darme la vuelta pero el chico fue más rápido y de un empujón me dejó debajo de él. Repasé el cuerpo desnudo del chic o hasta la cintura, pues lo único que llevaba eran unos pantalones de deporte color negro. Elevé la mirada lentamente hasta encontrarme con unos ojos verdes y una expresión con el ceño fruncido. Mis manos eran su propiedad en ese momento, no me podía mover sólo me podía arriesgar a darle un cabezazo pero probablemente acabaría inconsciente yo.

-¡Louis, tengo a la otra!- gritó el chico mirando la puerta esperando a que bajara su amigo.

Aproveché el despiste y me erguí para morderle fuerte en el hombro, logré que me soltara y pusiera su mano en la zona dolorida. Me levante y alcancé la bota, podría conseguir con facilidad la pistola. Y no, nunca la llevaba cargada, no sería capaz de matar a nadie en mi vida.

-No lo intentes.- dijo para mi asombro, tranquilo. Tiró de mis piernas hasta que caí de nuevo al suelo, esta vez de rodillas y volvió a coger mis manos.
-¿Cómo puedes ser tan pequeña y tener tan mal genio?- se escuchó la voz del otro chico. Apareció en la cocina con mi amiga colgando de su hombro.

La miré, era increíble, nunca nadie había podido con ella. De nuevo, el que me había cogido se despistó por unos segundos viendo como mi amiga pegaba puñetazos desesperada en la espalda del otro. Aproveché y le di un patada que le hizo voltearse hasta caer al suelo. Cogí la pistola y la elevé hacia el chico de ojos azules.

-Suéltale.- hice ver que cargaba la pistola aún que no fuera verdad- ¡suéltale ahora mismo!
-¡Bájame!- él chico me miró como si hubiera visto a un fantasma y poco a poco dejó a Angela en el suelo.
-Al suelo.- le hice un gesto para que se sentara con el otro, este no se levantaba. Puto quejica, la patada no le habría hecho ni cosquillas.
-¡Harry!- gritó a su lado.- ¿qué le has hecho, puta?, ¡Harry!, ¿estás bien?
-Hmm.- se quejó en el suelo.- estoy bien.
-Os habéis equivocado de chicas.- dijo Angela sacando su arma.
-Ya tenéis lo que queríais.- dijo ese entre dientes sujetando al tal Harry.
-Ah- ah.- Angela se acercó a él, se agachó y poniendo la cara del chico casi a la altura de su escote le agarró de la camiseta.- dame ahora mismo ese teléfono, no querrás terminar de marcar el número de la policía y que yo termine apretando el gatillo, ¿verdad, encanto?
-Zorra.- pronunció él.
-Bueno, es lo más dulce que me dicen desde hace mucho tiempo.- dijo ella cogiendo el teléfono.

Mis ojos repasaban al chico que estaba tirado en el suelo, no le había podido hacer tanto daño, se estaba sujetando con fuerza el estómago y volvió a quejarse. Observé que lo que tenía era una herida en el costado que le habría hecho con una de las hebillas.

-Podría curarte.- dije agachándome, no fue mi intención herirle.
-Apártate de él.
-Louis.- pronunció aún quejándose.- déjalo. Tu vigila a la enana.- miró a Angela. Inconscientemente una sonrisa se me escapó pero la detuve a tiempo.
-Podrías quedarte sin descendencia si me diera la gana, así que no me toques las narices.- dijo Angela sentándose frente a Louis.
-Vamos.- le ofrecí la mano para levantarse.

Acepto y subimos al baño.

(Narra Harry)

Cualquier persona estaría loca al hacer algo así, pero sabía que ninguna de esas dos chicas habría sido capaz de usar la pistola. La pequeñita, que se había quedado con Louis, nos había apartado la mirada todo el rato, todo ese momento que habíamos estado en la cocina, era lo más inseguro y asustado del mundo, creo que incluso más que Louis. Estaba seguro de que a lo único que tenía miedo era a que las arrestaran. En cuanto a la otra lo sabía porque, si no, nunca habría sido capaz de ofrecerse a ayudarme. Además aceptando y subiendo al baño ganaba más tiempo para que Louis desarmara, por si acaso, a la otra. Mientras la chica rebuscaba en el botiquín miré sus caderas, pues el jersey se le había subido un poco, y esos moratones que llevaba no eran míos de cuando la había agarrado, era imposible.

Cogió un gran trozo de algodón y lo mojó en alcohol, iba a escocer mucho, demasiado, así que apreté los dientes con antelación preparándome para lo que venía. Cuando noté mi piel arder para ese trozo blanco cerré con fuerza los ojos pero aún así no pude evitar soltar un gemido de dolor.

-Lo siento.
-Da igual.- murmuré.

El dolor se hizo más pasajero y cuando ya se me estaba pasando un poco aproveché para soltar la pregunta que llevaba guardándome todo ese rato.

-¿Qué te ha pasado en la cintura?
-¿Eh?- dijo nerviosa tirando el algodón a la basura.
-Los moratones.
-No me ha pasado nada.- pareció sentenciarlo. Me puso el trozo de venda y lo pegó con un trozo de adhesivo.
-¿Qué te ha pasado?- repetí.
-No te importa.

Me acerqué a ella y la acorralé contra el lavabo, cogió la pistola que había dejado previamente sobre una leja de cristal y me empujó con ella hacia atrás.

-Vamos, adelante.- me sorprendí de que mi voz no temblara. Volví a rodearla.
-Que te apartes.- me puso el arma en el pecho. Tragué saliva y escuché como presionaba con fuerza el dedo en el gatillo.

(Narrador externo)

El disparo fue sonoro en toda la habitación. Los dos chicos que estaban abajo se sobresaltaron. él temiendo por la vida de su amigo y ella temiendo porque la mal afortunada fuera (______). Pero no era posible, ¿cómo?, sabía que no llevaba balas, (____) era la que nunca la llevaba cargada. Angela dudo por un momento, apuntó hacia uno de los muebles de la cocina con su pistola y Louis se tapó los oídos sin saber que hacía esa loca. Cuando Angela apretó el gatillo ningún ruido se escucho. Angela y (______) se habían confundido al coger sus pistolas.  



martes, 13 de noviembre de 2012

ONE SHOT LIAM PAYNE Y TU.


(Narra _____)

Aún no me podía creer que hubiera llegado el día. Tan sólo faltaban dos horas para que ellos salieran al escenario, dos horas para por fin verles en persona. Dejarían de ser simples pixeles en la pantalla de mi ordenador. Por fin les vería en directo había conseguido dinero para mi entrada, después de esperar casi dos años por fin me tocaba a mí.

Llegamos a nuestros asientos en las gradas correspondientes. Me senté junto a mis amigas y respiré hondo, esas últimas horas iban a ser las más largas de mi vida.


-¿Cuanto queda?, me va a dar algo.- dijo Lara a mi lado.
-Aún hora y media.
-¿Solo llevamos aquí media hora?- preguntó Amelia.- esto es eterno.
-Sí. Chicas, no puedo más, estoy de los nervios, necesito ir al baño.
-¿Quieres que te acompañe?- Amelia se levantó dispuesta a venirse conmigo.
-No, no la dejes sola que si no e nos va.- reí.- vuelvo en seguida.


Llevaba la pulsera que me habían dado al entrar al concierto en la muñeca, me iban a volver a dejar entrar por lo que me permití salir del recinto, necesitaba aire fresco, mis tripas estaban revueltas, estaba más que nerviosa. Encontré un expositor con bebidas y refrescos. Lo que mejor me venía. Compré una botella de agua, la abrí y le di un gran trago, pero me dejé más de la mitad para llevármela dentro. Cuando terminé me giré dispuesta a irme con la mala suerte de golpearme con alguien que también iba a comprar algo. Vi como el agua salía de mi botella aún abierta y mojaba tanto la camiseta como la cara del chico.

Cuando este alzo la cara para pedirme disculpas, él a mí, sentí como un escalofrío me recorría la espalda. Tenía que ser irreal, ¿cómo le iba a tener enfrente?, ¿qué hacía allí?, su concierto empezaba en apenas una hora. Dios, tenía que reaccionar.

-Lo siento, señorita.- dijo sacudiendo su camiseta.
-¿Q-que?.- mi voz se cortó.- no, no... he sido yo, no miro por donde voy.
-Te pagaré otra.
-¿Eh?, de verdad, no te molestes, la culpa a sido mía.
-No es molestia.- sacó otra botella de agua de la maquina y me la tendió.- ¿ves que rápido?
-Gracias.- agaché mi cara, estaba roja.
-Perdona, ¿cómo te llamas?
-Soy (______).- él sonrió tendiéndome la mano.
-Encantado, soy Liam.

Ya se que eres Liam, llevo casi dos años de mi vida esperando este día, y ahora voy y te tengo aquí, a menos de un metro y no se que decirte ni como comportarme ni como reaccionar. Tu y los chicos habéis cambiado completamente mi vida y tu acabas de hacerme la persona más feliz del mundo cediéndome una simple botella de agua. Siempre has sido por el que más debilidad he tenído, casi ningún día me iba a la cama sin ponerte un mensaje en twitter. Todos deseándote buenas noches, pidiendo que tuvieras un buen día, buscando tu felicidad. Siempre me preocupo por tus estados de animo, se me rompe el corazón cuando te veo triste en entrevistas o fotos, simplemente odio ver esas cosas. Creo que lo único que me anima es el verte a ti, feliz, porque llevas siendo la razón de esta estúpida sonrisa en la cara desde los últimos dos años”

Podía haber contestado eso ya que mis nervios cada vez se hacían mayores. Pero solo acepté su mano y solté un torpe, “encantada”.

Me parecía increíble el hecho de estar ahí hablando con él. Me había olvidado del concierto, de mis amigas, de las entradas... de todo. Un clima agradable se estaba apoderando de la situación, tenía que ser uno de estos sueños en los que la maldita alarma del móvil te despierta.

-¿Me lo das?
-Sí, claro.- le estaba dando mi móvil. Le daba su móvil a las fans así como así, a la primera. No, imposible. Espera...
-Ya lo tengo, ¿haces algo esta noche?, bueno, ¿más tarde?
-¿Yo?, pues más tarde no, estoy libre.- no le había dicho absolutamente nada, no sabía que estaba allí por ellos.
-¿Podría llamarte luego?
-Claro, cuando quieras.
-Esta bien, me tengo que marchar ya (_____), ha sido un placer.
-Igualmente... Liam. Adiós.

Se marcho y me dejó allí con la cara pálida. ¿Qué había ocurrido y cómo?


NARRA LIAM

Cuando los chicos y yo terminamos el concierto caí molido en uno de los sofás, Harry y Louis se sentaron en otro, Zayn en el suelo y Niall, con más animos que al principio del concierto, intentó tirarse sobre mí.

-Auuu.- me quejé aunque acabamos riendo.
-Me he quedado un poco sordo.- dijo Zayn frotándose un poco su oreja.
-Dios menos mal que ahora tenemos unos días de descanso, yo no llegaba vivo a mañana.- dijo Harry estirándose.



A la media hora todos nos habíamos cambiado. Salí del recinto y me metí en uno de los coches que nos tenían reservados, los demás ya se habían ido. Cerré los ojos y me apoyé contra el cristal de la ventanilla. Respiré hondo, la verdad es que estaba cansado, me dolía un montón el cuello y me costaba un poco moverlo.

De manera inesperable el coche dio un frenazo, si antes me dolía algo ahora me dolía todo. ¿Qué había ocurrido?, estábamos en un paso de cebra.

-Peter, ¿estás bien?.- pregunté al chofer desde el asiento trasero. El asintió e intentó bajar del coche.-No, ya voy yo, no hay demasiada gente.

Baje del coche y lo rodeé hasta llegar al paso de cebra. Había una botella de agua tirada en la calzada y me encontré con alguien sentado en la carretera con su cara escondida en sus rodillas. Era una chica, estaba asustada.

-Eh, ¿estás bien?- me agaché para ver su rostro.- no ha pasado nada, puedes estar tranquila, ¿te llevamos a algún sitio?

Ella alzó la cabeza poco a poco, cuando me topé con sus ojos la reconocí en segundos. Era la chica de antes del concierto, (____).

-Hola (____)
-Lo he vuelto a hacer.
-¿Qué?
-Provocarte un accidente.
-No.- reí.- todos estamos bien. Ven.- la ayudé a levantarse y la guié hasta el coche.- te llevaremos a donde quieras.

Desde que el concierto había acabado la idea de llamarla me rondaba en la cabeza pero quien hubiera imaginado que el salir más tarde de allí que los chicos me iba a llevar de nuevo a ella.

-¿Qué hacías por aquí?
-Pues, iba a mi hotel, estoy allí con mis amigas.- dijo aceptando subir. Cerré la puerta y rodeé el coche para subir.
-¿No eres de aquí?
-No solo... estoy de vacaciones con ellas. Unos días de turismo.
-Espero que los estés disfrutando.
-No sabes cuanto.- dijo sonriendo.
-Me alegro, ¿quieres que te dejemos en tu hotel?
-Pues...
-O también podíamos ir a tomar algo.
-Esta bien.- se pasó el pelo tras la oreja con timidez.

Llegamos hasta un starbacks, temía que la gente me reconociera y no pudiera mantener ninguna clase de comunicación con ella, así que le pedí al chofer que nos trajera lo que queríamos. Luego era más fácil encontrar algún tipo de parque o sitio más tranquilo.

-Supongo que te preguntarás el porque de esto.- dije algo cortado.
-¿Eh?
-Que haya tenido que ir él. Verás soy... estoy en un grupo de música y somos algo famosos.
-¿En serio?- dijo ella sonriendo.
-Sí.
-Eso es genial.

Nos quedamos unos segundos sonriéndonos el uno al otro. La verdad es que era muy agradable. Cuando Peter subió nos llevó hasta un parque infantíl. La verdad es que erá una cosa muy rara para tener una cita pero era lo que tocaba si no quería ningún tipo de prensa. Tampoco me importaba demasiado.

-¿Desde cuando estás en ese grupo?
-Oh, pues.- nos sentamos en uno de los bancos que había, ella se cruzó de piernas y se frotó las manos antes de coger el café, tenía frío.- ¿conoces factor x?
-Sí pero es que a penas veo la tele. ¿Habéis salido allí?
-Sí, en 2010.- no me molestaba que no nos conociera pero se me hacía extraño, normalmente en Londres nos conocía todo el mundo.- y aquí estamos.
-¿Son majos?
-¿Quién?
-Pues los chicos, digo tu grupo.

(Narra _____)

Tanto tiempo llamándole, los chicos, mis chicos, que lo había soltado así porque si y sin pensar. Lo rectifiqué con rapidez y esperé a que me siguiera contando cosas. Era lo más agradable del mundo.

(Narra Liam)

-Ah sí, somos como una familia, solo que el más mayor y que tendría que ser el más responsable es el que más loco está. Creo que me puedo considerar el más responsable.
-¿Eres como su papí?
-Sí.- me eché a reír.
-¿Y los demás?
-Son igual de geniales.


Después de más de hora y media, sobre las una de la mañana, me percaté de lo tarde que era.

-Creo que se está haciendo tarde.- dijo leyéndome el pensamiento.
-Sí... (_____)
-¿Si?
-¿De donde eres?
-Vivo en Bradford.
-¿En serio?
-Aha, ¿lo conoces?
-Pues sí.
-Ya sabes a quien llamar si pasas por allí de gira.- lo dejó caer y le dio un gran sorbo a su pajita.

(Narra ______)

Esa era otra. Tener la suerte de vivir en la ciudad de uno de tus ídolos y no habértelo encontrado nunca. La única vez que había visto a Zayn había sido cuando yo y unas amigas habíamos ido al aeropuerto a esperar de uno de los viajes de los chicos. Pero ni si quiera pude conseguir un abrazo.

Liam se levantó y lo imité, tras discutir un momento el si me llevaba a mi hotel o no, cosa a lo que me había negado en rotundo, pues era tarde y yo sabía perfectamente que todos estaban cansados, prefería que se fuera directamente y yo aún podía pillar el metro. Pero renunció a que me fuera sola.


(Narra Liam)

Ya habían pasado dos mes y medio, y esa noche se lo iba a confesar sí o sí. Después de todas las llamadas telefónicas hasta tarde, después de que nos hubiéramos contado tantas y tantas cosas el uno del otro. Esa noche el concierto era en Bradford, así que aunque lo hablé con los chicos antes tenía las ideas claras.

Al terminar fui a la dirección que ella me había dado, toqué a la puerta con un nudo en la garganta y cuando abrió se lanzó a abrazarme. Creo que yo lo deseaba incluso más que ella.

-Pasa, por favor.- me dejó entrar y me llevó hasta la cocina.
-¿Qué hacías?
-Té, de frutas del bosque.
-Cierto, tu favorito.
-Aha.- dijo alegre vertiendo el agua caliente.

Desde fuera se escuchaba la lluvia caer con menos fuerza que antes.

-¿Qué tal te lo has pasado hoy?
-Genial, cómo siempre. ¿Sabes?, si deja de llover podríamos ir a tomar algo con los demás. Ya sabes que a Niall le caíste genial por teléfono, supongo que tenéis en común ese amor por la comida.
-Iré encantada.- aproveché el momento.
-(____), tengo que decirte algo.
-¿Pasa algo malo?
-No, ¿eh?, no, no creo que sea malo.
-Vale.- se encogió de hombros. Me senté un poco más cerca de ella en el sofá, su mejillas se encendieron un poco, cosa que no supe como tomarme, pero esperaba que fuera porque iba a ser mutuo.
-Verás, si he esperado tanto por este concierto, el de hoy, aquí en Bradford, no sólo ha sido por volver a vernos. Yo cuando te conocí no sabía que te iba a coger tanto cariño.- ella sonrió bajando la mirada.- quiero decir... más que como cualquier amiga. No sé muy bien que es esto que tenemos ahora mismo, pero me gustas y necesito algo más que el auricular del teléfono hasta la madrugada. Siempre sueles salir más veces con una persona para conocerla bien finalmente, para tener era confianza y por fin ser compatibles, pero no me hace falta eso contigo. Yo, ahora mismo, se lo que siento. Así que... ¿qué dices?, podríamos... intentarlo.

Miré fijamente a sus ojos, brillaban aún más que la primera vez que nos vimos. Inconscientemente me mordí el labio, porque si no las ganas que tenía en ese momento de abrazarle y besarle, iban a poder conmigo. Alzó uno mano y me acarició la cara, sus dedos pasaron por mi mejilla y el lóbulo de mi oreja haciendo que mi piel se erizara al instante. Me iba acercando poco a poco pero un molesto ruido nos sacó a ambos de nuestros pensamientos.

-Es el timbre.- dijo en un susurro.- vuelvo en nada.- se fue correteando hasta la puerta y abrió.

(Narra _____)

Iba a matar al que hubiera tocado al timbre, joder. Abrí la puerta y me encontré a Kim, una de mis compañeras de clase, con la cual compartía un proyecto de tecnología industrial.

-Tia, esta tarde me dejé mi monedero aquí. Me he vuelto loca buscándolo, paso a buscarlo.- entro sin que yo pudiera pararle los pies y cruzo el pasillo hasta llegar al salón. Donde estaba su monedero... y Liam.

Todo pasó muy rápido, yo no tuve tiempo a pensar ni ha hacer nada.


(Narra Liam)

Una chica entró en el salón y se fue a coger algo de una mesa, al parecer no se percató de mi presencia. Cuando se giró su boca se abrió de par en par y se la tapó con sus manos. Me levanté dispuesto a calmarla un poco y en ese momento (_____) también entró al salón.

-¡Madre mía!, eres Liam Payne. Tia, (____), cómo no me dices que está aquí, en tu casa. ¿Y qué hace aquí?, dios.- está vez me habló a mí.- no sabes cuando me habla de ti, todo el día está nombrándote.- sonreí nervioso a ese comentario, hasta que aquella chica loca soltó el resto de la historia.- lleva por lo menos año y medio escuchando vuestra música, y hasta a mí me la pegó. Dios, y Zayn, me encanta Zayn, ¿te acuerdas cuando lo vimos en el aeropuerto (______). Y todo el día, Liam no se qué, Liam no se cuanto...

El enfado me comía por dentro, osea, nos conocía, era nuestra fan y no me había dicho nada. Se había callado y encima había tenído la poca vergüenza de sacar cosas y cosas de mi vida. Miré su rostro, ya no me creía nada de lo que pudiera parecer, estaba con los ojos cerrados y agarrando sus manos. La chica que había venido al fin se calló, cosa que agradecí y se marchó con un “bueno, os dejo solos”.

-No puedo creerlo.- agarré mis cosas para irme.
-No, Liam, por favor, lo siento. Yo, no quería...
-¿No querías qué?, que dejara de contarte mis cosas, dejar de enterarte de primera mano de lo que pasaba en “tu grupo favorito”.- dije irónico.- ¿qué no querías (_____)?
-¡No!- gritó.- no quería decírtelo porque temía que dejaras de hablar conmigo ese día. Si te lo hubiera contado no te hubieras quedado allí esa noche, hubieras visto que era una de tantas “fan” y te hubieras ido tras hacerte una foto junto a mí.
-Desde luego es lo que tenía que haber echo.

(Narra _____)

Me dio una punzada en el estómago.

-De verdad, te lo iba a contar.
-¿Cuando?, ¿después de ir a algún periódico o programa a forrarte?, ¿cuándo, eh?, dime.
-¿Creés que te haría eso?- dije dolida.
-Yo ya no creo nada de ti.

Salí de allí más decaído que nunca en mi vida, no creí que cualquier cosa anterior me hubiera echo tanto daño como aquello. Para colmo había olvidado el paraguas, hm, ya no iba a volver atrás, si la volvía a ver y encima como se había quedado, llorando, hay si que no iba a responder de mí. ¿Cómo había sido capaz de hacer tal cosas?, ¿cómo había gente así?

-¡Liam!- escuché un grito.- ¡Liam!, ¡para por favor!- algo tiró de mi chaqueta y me giré. Al ver que era ella seguí andando.- sólo escúchame, por favor, se que no merezco que me perdones.- dijo detrás de mí.- pero necesito que me escuches.
-Dios.- cedí y me di la vuelta. Maldita lluvia, había apretado y no había nada en esa asquerosa calle para cubrirme.- ¿qué?

Las lágrimas volvieron a aparecer en su rostro. Mi corazón dio un vuelco, era horrible, de verdad me gustaba. No podía más con ese asunto.

-Quiero que sepas que yo no le voy a contar a nadie nada, nunca te haría eso y necesito que te des cuenta. Es verdad que no te lo dije, que soy directioner y que encima mi favorito eres tu. Lo siento, no supe cómo decirlo y también me dio muchísima vergüenza, no sabía como comportarme contigo hasta que vi por la noche que podía ser yo misma. Que te había caído bien y que estabas a gusto hablando conmigo.
-No me sirve de nada.- dije frío.
-Sólo necesito decirte algo más, ¿te acuerdas de ese día?, cuando tu me dijiste ese, “encantado, soy Liam”, yo me quedé totalmente en blanco, te respondí igual.- se frotó las lágrimas con la manga de su chaqueta.- ¿quieres saber que te hubiera dicho?, te hubiera dicho que ya sabía perfectamente quien eras, que llevaba casi dos años de mi vida esperando por ese día, pero cuando por fin te tuve te ahí, a menos de un metro no supe que decirte, no supe que comportamiento tener. Vosotros cambiasteis mi vida y gracias a ti en ese momento fui la persona más feliz del mundo todo por una botella de agua. Es cierto, siempre fuiste “mi favorito”, más bien mi debilidad.-mi corazón latía cada vez más fuerte, ya no podía más con esa imagen, necesitaba que parara de llorar, necesitaba tenerla entre mis brazos.- casi nunca me he dormido sin haberte puesto un tweet, diciendo, buenas noches, necesitaba saber si estabas feliz o no ese día. Me preocupaban tus ánimos y cada vez que salían fotos tuyas y se te veía triste a mi se me rompía el corazón, odio ver esas cosas. Tengo claro que no merezco que me perdones pero ten claro tú que eres la razón por la que yo sonrío cada puta mañana.

Cogió aire, cosa que yo también necesité, lo había soltado todo muy rápido.

-No debiste haberme mentido, (______).- agarré con suavidad sus mejillas.
-Lo lamento, te lo juro y más allá de toda la fama que tengas, que no me importa, tu también me gustas.- puso su manos sobre las mías y me habló muy bajito.


Podía estar equivocándome pero en ese momento algo me decía que no, que me estaba siendo sincera. Alcé su cara en medio de la lluvia y sus mojados labios se encontraron en segundos con los míos.