martes, 25 de diciembre de 2012

24 DÍAS. Liam Payne y tu. One shot.


(Narra Liam)

30 de noviembre. 

Vuelvo a andar por su habitación, de un lado a otro, frotándome el pelo. Se me ocurre la idea de algún viaje, pero la descarto enseguida. Liam, no tienes tanto dinero. Hmm. ¿Algún concierto?, tampoco, ningún grupo que le gusta tocara este mes en la ciudad. Me estoy quedando sin ideas, ¿cómo puedo quedarme en blanco cuando lo sé absolutamente todo de ella?. 

Me apoyo en la pared y cierro los ojos recordando algunos momentos y algunas cosas. Bah, vuelvo a andar desesperado de un lado a otro.

-Liam, o te estás quieto o te echo de una patada.- dice Amy sin dejar de teclear el ordenador.
-Lo siento, ¿estás hablando con ella?
-Sí, tranqui, cree que estás cuidando de tu maravilloso primito.- dice irónica.
-Uy sí.- suspiro- bueno, ¿qué puedo hacer?
-Tu la conoces mejor que nadie, bueno después de mí.- dice con una sonrisa autosuficiente.- es tu mejor amiga.
-Pero han pasado más de dos años.
-Mira, ha visto pasar a tres tías ya, y la muy tonta aún te sigue esperando.- la miro frunciendo el ceño.- ¿qué?, es verdad. 
-Tienes razón. Pero solo tengo... no tengo ni un mes.- vuelvo a ir de un lado a otro de la habitación.
-¿En qué estás pensando?
-He descartado el viaje y el concierto.
-¿Por qué quieres hacer eso?, mira, tal y como te he dicho te voy a echar de una patada, pero si te sirve de consejo. No le gustan todas esas cosas, decantate más por los pequeños detalles.- me giró con brusquedad contra la puerta y efectivamente me dio una patada en el culo.
-Auch.
-Te lo había advertido.- nos echamos a reír a la vez mientras yo me froto el pantalón, aún me duele. 


Es de noche y no me puedo dormir, sólo se dar vueltas en la cama. Pequeños detalles. ¿Qué pequeños detalles?, por una vez en mi vida cojo una libreta y un bolígrafo sin tener que hacer ningún trabajo de clase. Intento acordarme de las cosas que sé que más le gustan. Sé que le gusta escribir. Joder y mira que me ha pasado algunas cosas y yo aún ni he leído un párrafo. Sé que le gusta... el chocolate, ¿cúal?, el negro no, ese seguro que no. Sé que le gustan los musicales. Abro el portátil y escribo “musicales diciembre 2012” quizá haya algo. Busco durante un rato. Perfecto, van a estrenar, Los miserables, el día de navidad.

Ya tengo varias cosas apuntadas, sólo me queda saber que hacer con todo este montón de letras mal hechas. Hm. Vale Liam, y si....


1 de diciembre.

Me he quedado dormido después de comer, esperemos que ella aún no haya hecho planes con nadie. Me lavo la cara y me limpio los dientes, aun adormecido voy hasta el armario y me pongo a vestirme. Son las seis de la tarde. Cojo un par de chicles de menta del cajón de la entrada y salgo de casa.

Llego hasta su calle y cuando voy a tocar al interfono la puerta está abierta. En el ascensor no puedo evitar mirarme dos o tres veces en el espejo y colocarme mejor la camisa. Llamo a su puerta y escucho a su perro, como siempre ladrar. Para mi sorpresa es ella la que me abre, en pijama aún y con una coleta al lado. 

-¿Liam?- dice torciendo la cabeza.
-Creo que sí, supongo que tendré que esperar a que te cambies pero, ¿te vienes a dar un vuelta?
-¿Eh?- dice extrañada- ¿hoy no has quedado con Anne?.- pregunta aún más extrañada.
-No hoy no.- luego se lo explicaré todo.- ¿te vienes?
-Sí, supongo que sí. 

Mientras se viste en el baño espero sentado en su cama. Las fotos de todo nuestro grupo de amigos decoran un gran corcho, donde también hay una foto de nosotros juntos haciendo los idiotas, sonrío como uno acordándome de ese día.

-¿Y se puede saber que se te ha pasado por la cabeza para venir hoy a por mí?
-¿Qué pasa?, ¿no puedo querer pasar el día con mi mejor amiga?
-Ah.- parece decepcionada- ya. Sí claro- procura sonreír. 

Pasamos todo el camino hablando hasta que llegamos a dónde me interesaba. Ella no tenía tiendas de ropa favorita pero si la tenía de batidos. Una de las cosas que nadie más igualaba. 

-Vamos a comprarnos uno.- digo haciéndome el loco.
-No te voy a decir que no.

Se pide el de siempre, el de chocolate caliente con nata. 


3 de diciembre. 

-Esta semana la tengo llena de exámenes pero el viernes soy toda tuya.- creo que no sabe lo que dice. Me río ante el comentario al otro lado del teléfono.- bueno, quiero decir...
-No ahora no te excuses, el viernes nos vemos.
-Liam- se queja como una niña pequeña- no te rías de mí. 

Colgamos. Aún así no me voy a esperar al viernes. Quiero que cada día, hasta que la pueda llevar a ver la película en navidad, lo recuerde.

Salgo de casa sin mucho dinero en la cartera, ya han pasado dos horas desde que la llame, le ha tenido que dar tiempo ha estudiar bastante. Me acuerdo del día que pasamos por una tienda de peluches y no pudo dejar de mirarlos a todos como si fuera una niña pequeña. Sea cual sea el que le regale, pediré antes la opinión de Amy.

-Digamelo.- dijo divertida.
-¿Amy?
-Aha, sea lo que sea lo sabré.
-¿Cómo haces eso?
-Eres predecible, suéltalo.
-Vale- me reí.- es un peluche.
-¿Hay tortugas?
-¿Tortugas?- pregunté algo perdido.
-Sí.
-Pues no sé, supongo.
-Pues una tortuga.
-¿En serio?
-Sep.
-Bueno vale, te haré caso.
-¿Me llamarás mucho más a los largo de estos días?, es por empezar a pensar que te pediré a cambio.
-Sí, empieza a pensarlo y gracias.- colgué y agarré el primer peluche en forma de tortuga que se me puso por enmedio. 

Cuando llego a su casa me abre su madre con un delantal en la cintura, supongo que estará haciendo la cena.

-Hola Liam- me saluda y vuelve a sus cosas.- está en su habitación.
-Ah vale.- olfateo- huele muy bien.

Toco antes de entrar a su cuarto y escucho un, "pasa mamá", desde dentro. 

-Buenas tardes a ti también.
-¿Qué haces aquí?- tan extrañada como siempre. 
-Me aburría, he venido a traerte algo para que te animes estudiando.
-¿En serio?- asiento y le doy el peluche, no lo había envuelto es otra de las cosas que no le gustan.- aww, que mona. 
-¿Qué estudiabas?
-Historia, ¿hoy tampoco salía Anne?- ¿es qué todos los días lo preguntaría?
-No, hoy tampoco.
-¿Cuánto tiempo te vas a quedar?- pregunta mordiéndose el labio, aparto la mirada. 
-Sólo un rato.
-Le diré a mi madre que haga chocolate caliente.- se marcha de la habitación casi dando saltitos.


7 de diciembre.

-Como te hayas gastado más dinero te voy a machacar.
-Te aseguro que estaba en una tienda de segunda mano y que no me a costado casi nada.

Le da la vuelta al libro y abre exageradamente los ojos, creo que le ha gustado mucho de verdad. 

-Se supone que te gusta Shakespeare. 
-Me encanta.
-Pues encontré esta recopilación de todas las tragedias y no sé, me acordé de ti.
-¿De verdad que no te has gastado casi nada?
-De verdad. 


8 de diciembre.

-Pero si nunca te han gustado las fotos.- dice buscando su cámara en el cajón de su escritorio.
-Ya pero a ti te gusta hacer fotos, me resignaré.
-No tienes porque, no te he pedido nada. 
-Por eso mismo, me apetece que lo hagas. 
-Vale. Sigo preguntandomelo.
-No, hoy tampoco he quedado con ella. 
-¿De verdad has traído cambios de ropa?
-Sólo un par.


-(_______)- la llamo después de siete u ocho fotos.
-Sí perdón.
-Te has quedado parada.
-Lo sé- traga saliva.- vuelve a ponerte igual que antes.



-Vale ya la tengo, puedes ponerte la otra ropa si quieres.




Veo como me mira de reojo avergonzada y agachando la cabeza mientras me quito el jersey. Me pongo la chaqueta negra. Realmente le gusta eso de hacer fotos.

-¿Me dejarás hacerte alguna sonriendo? 



-¿Vale así?
-Sí.- se pone colorada.- ha quedado muy bien.


12 de diciembre. 

-¿De que me sorprendo?- dice dejándome entrar.
-Eso es que no te alegras de verme.
-Sabes de sobra que no es eso.
-¿Has empezado ya?
-No, estaba poniendo los periódicos en el suelo?
-Has elegido el color ya, ¿no?
-Sí. Quiero azul cielo para tres paredes y morado para una. 
-Pues vamos a pintar. 

Pintamos las tres primeras de color azul y dejamos la morada para la última. Mientras ella ha empezado a pintar meto un dedo en el bote de pintura morada y antes de que se de cuenta yo lo tiene esturreado por toda la cara. 

-Te vas a arrepentir, Payne. 

Me pasa la brocha por la cara y hasta noto como me ha manchado los labios. 

-Oh, ahora si que te vas a enterar tu.

Me mancho ambas palmas de las manos con la pintura que hay en la tapadera. Ella ya ha dado un grito y se ha puesto a dar vueltas alrededor de sus muebles.

-¿Te piensas que así vas a librarte?
-Vamos Liam, por favor.
-Ah, ah.

Consigo acorralarla pero sin darme cuenta apoyo las manos en una de las paredes azules dejándola en medio. Ella se ríe aún sin percatarse de nada y me quita con los dedos la pintura de los labios. Dios, está tan cerca. 

-¿Acabas de manchar mi pared azul?- pregunta sin apartar la vista de mi boca.
-Sí, lo siento.- la dejo salir de su encerrona.
-No ha quedado tan mal. A ver- me imita y acaba con las manos igual de manchadas.- hmmm.- se queda pensando.
-Creo que así quedará mejor.- agarró sus muñecas y hago que sus manos queden marcadas entre la huella de las mías. 


15 de diciembre.


-¿No la has visto nunca?- pregunta metiendo la película en el DVD.
-No, la he alquilado porque se que es tu favorita.
-Últimamente te noto rarisimo.
-No estoy raro. 
-Sí lo estás.- se sienta al otro lado del sofá.
-Vente conmigo.- pido y ordeno a la vez.

Ella se levanta, le da al play y comienza, Slumdog millionaire. Después se sienta a mi lado y sube las piernas al sofá. 

-Sigues estando lejos, ¿sabés?- paso un brazo por su hombro y la pego más a mí.
-No creo que le haga gracia Anne.
-Pues no pienses en ella.- susurro en su oído y me acomodo para ver la película. 


20 de diciembre.

-Osea que de todas las veces que te he mandado algo por correo no has leído nada.
-Hm, no.- me sincero.
-¿Y por qué ahora quieres hacerlo?
-No sé, me apetece. 

Me pasa su portatil.

-Esa es la carpeta, abre el archivo que quieras.
-Quiero que me lo leas tu.
-Liam, me da una vergüenza enorme.
-Pues quiero que me lo leas tu.

Suspira y cede. Abro un archivo cualquiera y se lo doy para que empiece a leerlo. 

Cuando termina trago saliva y dejo de mirarla. Me ha encantado lo que he oído y me siento culpable por no haberle echo caso nunca. Joder, me muero de ganas por comérmela a besos. 

25 de diciembre.

-No, no tenía más días, quería hablar contigo hoy.
-Vale, pues cuéntame.- se sienta en los escalones.
-Pues te quería decir que... dejé a Anne hace un mes. No te había dicho nada porque no tenía ganas de aburriste contándotelo todo y me apetecía pasar más tiempo contigo.
-Osea, ¿cuándo estuvimos pintando mi habitación ya no estabas con ella?
-No.
-Cuando lo de las fresas con nata, lo de la película, la sesión de fotos...
-No, ya no estábamos juntos.
-Pero todos los días has estado conmigo, ¿por qué?
-Pues, dejé a Anne porque... quería pasar más tiempo...- repito- contigo. 
-¿En serio?- dice con brillo en los ojos. 
-Sí. 
-¿Estás... enfadada?
-¿Cómo voy a estarlo?
-Me alegro, quería darte esto.- saco las entradas del bolsillo y se las doy. 
-Madre mía, Liam, pero si estaban agotadas para el estreno.- dice cogiéndolas. 
-Las compré hace tiempo.
-Muchísimas gracias, ¿la vamos a ver juntos?
-Claro.- asiento y me da un fuerte abrazo. 
-No tengo nada para ti.- dice y arruga los labios.
-Creo que eso se puede arreglar.- digo pasando un mechón de su pelo tras su oreja.
-Sí, ¿cómo?.- dice sonriendo y acercándose a mí.
-Todo lo que quiero por navidad eres tu.

Vuelve a sonreír y me acerco a ella poco a poco. Junto sus labios con los míos y casi adrede comienza a sonar una de esas canciones navideñas.







FELIZ NAVIDAD, DIRECTIONERS. ;)




1 comentario:

  1. ¡Me encantó! ¡Me requete-encantó! ¡Estuvo MÁS que genial, en serio! estuvo fantástica, me dió pena que llegase a su final :( . Pero bueno, tenía que acabar ¿no? .

    Me muero de ganas por leer otro "one shot" en serio, ¡me encantan! :D

    PD: ¡Feliz Navidad! :3

    Kisses! <3

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