Harry Styles y tu. One Shot PARTE 2.

(Narra ______)

Todo pasó muy rápido. Mi corazón resonó al mismo tiempo que el disparo. ¿Cómo había sido posible?, mis manos temblaban. Abrí los ojos poco a poco y vi un par de losas de la pared de ese baño destrozadas, bajé la mirada, él estaba bien pero no dejaba de respirar incontroladamente. Su mano había apartado mi pistola a tiempo.

-Yo, no, yo… nunca.- balbuceé.
-¡HARRY, HARRY!- dieron unos golpes a la puerta y enseguida Angela y ese otro chico entraron. 

(Narra Harry)

Creo que dejé de respirar por unos segundos, inconscientemente había apartado ese cacharro de mí por más que confiaba que no llevaba munición. Cuando escuché el disparo y las losas quebrándose un escalofrío me recorrió el cuerpo. No podía hablar, Louis había entrado y me había separado de ella mientras su amiga se había acercado a inspeccionar si era ella la herida.

-¿No te ha pasado nada?, ¿de verdad?- dijo alterado.- seguro que algún vecino ha llamado a la policía.- ella comenzó a llorar deslizándose hacia el suelo. Hundió su cara entre sus rodillas y la otra no podía mirarnos a la cara a ninguno.
-Esconde las armas.- dije sin pensar.
-¿QUÉ?, ¿ESTÁS LOCO?, ¡casi te mata, gilipollas!
-Louis.- ordené.
-Tu tu tu, tu estas mal de aquí.- se dio unos golpes en la cabeza con los dedos.

Louis salió de allí con ambas pistolas, acto seguido, como si un resorte la hubiera activado la otra chica salió de allí corriendo después de que ella le hubiera dicho algo al oído. No cruzamos una palabra y cuando la pequeñita volvió vi cómo guardaba las llaves de un coche en su bolsillo.

Ella respiró hondo, se levantó del suelo y casi en trance comenzó a hablar.

-Habíamos dejado el coche en marcha y ya no lo está. No sé porque quieres ayudarme pero no lo hagas, cuando venga la policía diré que casi te he disparado y diré que ella no tiene nada que ver en esto, ayudadla a ella, no a mí.- dijo con la mirada perdida.
-(_____).- pronunció su amiga.
-En serio, Angela.- sentenció, Louis volvió y se quedó callado presenciando la situación.- pero vas a ir a…
-Sé donde voy a ir y tú sabes lo que tienes que decir. 

El timbre sonó y fui con Louis a abrir pensando durante todo el camino que decirle a la policía. “No sé porque quieres ayudarme pero no lo hagas…”, no sabía porque quería ayudarla, mi cabeza en ese momento no pensaba con claridad. Cuando abrimos la puerta Louis cerró la boca dando paso a que yo dijera lo que quisiera y, por lo que vi, dispuesto a asentir a todo. 

-¿Están heridos?, la vecina de al lado llamo tras escuchar un disparo.- dijo uno de los dos agentes.

Tras formar un rápido y, posiblemente poco creíble, plan en mi cabeza hablé.

-Un hombre armado forzó la puerta del jardín para robarnos pero gracias a dios todos estamos bien.- mentí, miré a Louis buscando su ayuda que por suerte, con bastante asco, obtuve.
-¿Hay más gente en la casa?
-Sí, nuestras novias. Él trató de disparar en el baño a mi chica y si no llega a ser por Louis no sé que hubiera pasado.- dije pasándole la mano a Louis por el hombro, me miró con cara de desconcierto sin saber porque narices le había coronado a él como héroe. 
-¿Cómo era el hombre?
-Era…- Louis me miró dándome a entender que me callara.- era muy alto e iba vestido de negro. Tenía como una cicatriz en la cara y…
-Y lo único que ha conseguido robar ha sido dinero de la caja fuerte. 
-¿El coche que hay fuera es suyo?
-Sí, es de ellas. Ahora mismo están en el baño, están muy asustadas.
-Hmm, deberán pasar mañana por comisaria para declarar.

Cuando cerramos la puerta una colleja de Louis me devolvió al mundo real.

-¿Se puede saber a ti que te pasa?, ¿tu naciste al revés o algo?

-Mira, esa chica no esta bien.- dije flojito.

-Claro que no, porque está loca, ¡loca!, como tu.

-Déjamelo a mí.

-No, no, si todo tuyo, no quiero saber absolutamente nada, y ya las estás echando de nuestra casa.

Asentí frotándome el cuello aún dolorido por su golpe. Subí al baño y me la encontré saliendo de este con sus muñecas juntas y andando lentamente, dispuesta a que le pusieran las esposas, la dejé pasar. La otra chica estaba sentada en el pasillo sin dejar de pasarse las manos por el pelo.

-Ya se han ido.- dije con voz grave, tuve que ponerme la mano sobre la herida, una punzada de dolor me acaba de recorrer el abdomen.

(______) se paró en seco y sus manos cayeron muertas por su propio peso. Se giró y me miró con la cara pálida y con aún varias lágrimas en los ojos.

-¿Por qué has hecho eso?

¿Y tu por qué no me explicas lo de los moratones?

Se le heló el rostro y sin necesidad alguna se bajo el jersey, sólo por si se le hubiera vuelto a ver algo.

-Angela, vamos.- su amiga se levantó de un bote y se dirigieron a la puerta.

Sonreí sin poder evitarlo, ya que aún habiendo dicho que no me iba a ayudar cuando llegaron a la puerta se toparon con un serio Louis impidiéndoles el paso.

-¿De verdad creéis que os vais a ir tan fácilmente?, no somos tan tontos, ya podéis explicaros.- necesitaba saber el porque de esas heridas.- y os recuerdo que ahora ese arma, la tenemos nosotros.

-Yo no voy a decir una palabra.- murmuró su amiga tirándose al suelo resignada.

-Yo...- comenzó ella.

-Tu.- dije acercándome- casi me matas, merezco algún tipo de explicación- ella miró a su amiga y después a Louis que seguía pensando que yo estaba completamente loco.

La agarré del brazo y me la llevé al piso de arriba dejando a un desconcertado Louis abajo sin saber que cojones hacer.

-¿Qué quieres de mí?- dijo echándose hacia atrás mientras yo cerraba la puerta.

-Yo debería ser el asustado.

-¿Por qué me ayudas?, yo casi, casi...

-Pero no lo has hecho.- dije seriamente.- Ahora habla, ¿qué es esto?- le agarré de la cintura pegándola a mí y levanté su jersey.

-¿Por qué no me dejas en paz?, yo no quiero hablar contigo.

-Pero si no es por mí tu ahora mismo estarías en la cárcel, así que al menos dame un buen motivo para no arrepentirme de lo que he hecho.

Ella se sentó en la cama y hundió el rostro en sus manos. Repasé la situación, era subrealista por doquier pero una parte de mí sabía que esa chica escondía algo, algo muy fuerte.

-¿Qué quieres saber?, ¿el por qué de esta mierda?- dijo señalándose cada uno de los moratones.- ¿el por qué de robar?, ¿el por qué de hacer esas cosas?

-El por qué de ti.- no se esperó esa respuesta.- tengo toda la noche.

A los largos minutos empezó a hablar...

(Narra _____)

No tenía otra opción. Le conté todo, lo del maltrato de mis padres de acogida, que él se dedicaba al trafico de armas, que ella a veces había manejado drogas, que Angela y yo eramos hermanas aunque no de la misma sangre, que ellos nos obligaban a hacer lo que hacíamos, que yo nunca me había atrevido a llevar cargada nunca una pistola y que Angela sólo lo hacía por si en algún caso teníamos que protegernos y sobre todo le repetí mil veces que tenía que haberme delatado por casi hacer algo tan horrible pero en el fondo yo hubiera estado aterrada sin Angela en mi vida.

(Narra Harry)

Sabía que no me iba a arrepentir de lo que había pasado. Ella escondía algo y ya lo había descubierto.

-Vale, ya podéis marcharos si queréis.

-¿Qué?, pero tu ahora lo sabes todo.

-¿Me dejas decirte algo?

-¿Qué?

-Toma esto. Va a sonar estúpido pero no lo es. Si alguna vez te decides, os decidís a salir de esa casa, sólo llamame.

-No merezco nada así.

-Sólo cogelo.

Abrió la puerta de mi cuarto mientras yo me quedé pensativo en la cama.

-¿Y yo?

-¿Tu que?- dije desconcertado.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-No hace falta eso.

-Pero yo me siento muy mal.

-¿Qué vas a hacer?, ¿mis tareas de casa?- dije irónico.

-Lo que tu quieras.- dijo mirándome con unos enormes ojos marrones.

-Era ironía.

-No lo tomo como tal. Déjame hacer algo para compensártelo todo.- dijo mirando la herida de mi costado.

(CONTINUARA)