jueves, 2 de febrero de 2012

ONE SHOT (Harry Styles y tu) PARTE 1

PARTE 1

Bajas del coche a regañadientes y vuelves a fulminar con la mirada a tu padre. Por culpa de él y de su nueva novia, esa tal Anne, tienes que dejar tu piso de Londres para irte a un pueblo que ni si quiera conocías, Holmes Chapel. Miras a los alrededores de lo que será tu nueva casa, nada te gusta, todo, TODO, es horrible. Tu padre toca a la puerta y ves a Anne por segunda vez, solo estuviste con ella un día y fue para darte la noticia de que te ibas a vivir allí. Sabías que ella tenía dos hijos y que cuando uno estaba con ella, la otra estaba con su padre. Te tocaría compartir todo ese mes casa con un chaval que en tu vida habías visto ni conocías.

-Pasad.- dijo Anne sonriente.- Hola Ed.- saludó a tu padre con un beso en los labios.- Hola (tn____).- sonreíste levemente y entraste.
-Bonito salón.- y no mentías, el salón estaba bien decorado.
-Gracias (tn____), ven, te enseño tu habitación.- dijo y te cogió de la mano. Tú, aunque no muy feliz, aceptaste y te dejaste guiar hacia arriba.

Anne te dejó sola para que inspeccionaras tu nueva habitación. Dejaste la maleta en la cama y te tiraste sobre ella suspirando.

Escuchaste el timbre y el ruido de unas maletas entrando en la casa, te quedaste cayada en la habitación escuchando como el hijo de Anne había llegado y saludaba a su madre y a tu padre. ¿De dónde vendría?, ¿de casa de su padre?, mmm, puede. Escuchaste unos pasos, sólo venía una persona, te tocaría a ti presentarte a quien quisiera que fuese ese total desconocido para ti. Escuchaste los golpes a la puerta, tragaste todo el aire posible y abriste la boca.

-Pasa.- articulaste.

La puerta se abrió y un chico entró y la cerró. El muchacho se quitó las gafas de sol que llevaba y te miró con extrañeza. Perdiste la noción del tiempo, del espacio y de todo lo que había alrededor tuyo. Sus ojos verdes se clavaban en cada centímetros de tu cuerpo. Le miraste bien, su pelo rizado, sus labios carnosos y con una imperfecta simetría que hicieron que por unos segundos dejaras de respirar. El chico se acercó a ti y viste cómo te tendía la mano, tu, muda por supuesto, aceptaste y te derretiste un poco con el tacto de su piel.

-Hola.- dijo sin ganas.- soy Harry y creo que esta situación me hace la misma poca gracias que a ti.- dijo seco.
-Lo sé.- dijiste cómo pudiste.
-Hazme un favor y no me cojas mucho cariño.-torciste el gesto, ¿qué, coño, se creía?
-Hola, soy (tn_____) y tranquilo, no suelo cogerle cariño a la gente estúpida.- dijiste poniéndote recta.
-Eso esperaba, la idea de nuestros padres ha sido un poco loca y pronto se les quitará a ambos de la cabeza.
-Es lo que más deseo en este momento.- le miraste mal.- por ahora, me parece que somos hermanastros.- pronunciaste mientras él salía de tu cuarto. Escuchaste una risa seca.
-Ni si quiera eso. Respeto las decisiones de mi madre, pero no que me metan a desconocidas en casa de un día para otro.- pronunció sin girarse, casi con asco y refiriéndose únicamente a ti.
-Ya se me ha olvidado hasta cómo te llamas.- dijiste y cerraste de un portazo.

(…)

Habían pasado 3 semanas desde que estabas allí. Tu padre y Anne cada día parecían más felices y tú nunca cruzabas más de 10 palabras con Harry al día. 

Estabas cambiándote de ropa en tu cuarto y cuando terminaste de ponerte el pijama marcaste el número de tu madre y pediste la llamada a cobro revertido. Tus padres llevaban 4 años divorciados y tu madre vivía lejos, concretamente en España con su nuevo marido. Te contestó al teléfono y tú te desahogaste diciendo que no te gustaba vivir allí y… que no soportabas a tu hermanastro. Que él se limitaba a mirarte con autosuficiencia y sólo decirte cosas malas para asegurar que odiaba tu presencia tanto cómo tú la suya, sólo que tu no eras tan cruel de decírselo y sólo tragabas y tragabas. Rompiste a llorar cuando tu madre colgó y te tiraste a la cama. 

Tu puerta se abrió con lentitud y cuando escuchaste que se cerraba giraste la cara en la cama para mirar quien era. Le miraste de arriba abajo y cómo cada día que llevabas allí, los latidos de tu corazón se revotaron. Él iba tan sólo con unos pantalones cortos de deporte. Te levantaste con rapidez reaccionando y te pusiste frente a él.

-Dijiste hace unos días que no te molestara, así que no lo hagas tú. Fuera.- espetaste.
-Es mi casa.- dijo dando un paso al frente.
-Es mi habitación.- dijiste retrocediendo con algo de miedo.
-Eres inaguantable.- se acercó más y tú te diste un golpe en las pantorrillas con el filo de la cama al retroceder.
-Eres idiota.- dijiste poniendo las manos en su abdomen desnudo, sentiste la calidez de su cuerpo pero intentaste deshacerte de él.
-Ahora vuelve a decirme que no sabes quién soy y también que no estás loca por cada centímetro de mi sonrisa.- dijo sonriéndote clavando sus ojos en tu boca. ¿Quién era?, siempre igual, ¿pero a que se refería?
-Para.- dijiste respirando aceleradamente.
-Sabes quién soy, ¿verdad?.- preguntó a poco distancia de tus labios.
-¿Harry?.- preguntaste con miedo e impotencia.
-Harry Styles.- dijo ya a una casi inexistente distancia de tu boca. Te dio un leve empujón que hizo que cayeras sobre la cama y adaptándose encima de ti te dijo algo al oído.

“Isn´t she lovely”

Te dejó allí casi temblando y volvió a sonreí cerrando la puerta, tú con el corazón a dos mil revoluciones por segundo, al cerrar los ojos a tu mente sólo llegaba la imagen de aquellos preciosos ojos verdes. 





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