PARTE 3
Narra Niall
A las 10 y media de la mañana suena el
timbre de casa, me alego de que mi padre esté en su despacho y no
salga a echarme la bronca por eso de las visitas, no le gusta que le
molesten, que ironía.
-Hola.- dice (_____) en la puerta.
-¿Te ha costado mucho encontrar la
casa?
-Que va.- dice dejando su chaqueta en
el salón.
-Mmm, bueno, vamos a mi cuarto.- echo
un vistazo a l despacho, por si acaso le ha escuchado llegar.- a ver
si por fin terminamos esto.
-No sabes las ganas que tengo.- dice y
sonríe. Por un momento me quedo pillado mirando la comisura de sus
labios. ¿Es que eres tonto Niall?
Al subir a mi cuarto noto como lo
inspecciona todo con la mirada.
-No voy a ser borde hoy.- vuelve a
sonreír.- me gusta tu cuarto.
-Eso es todo un logro eh.- me rio.-
gracias, cuando quieres eres hasta simpática de verdad. Aunque sigas
igual de petarda.
Pero en vez de arremeter contra mí, se
ríe y me dedica una mirada de, “ya te la devolveré”.
Dos horas después.
-No me creo que esta ya sea la última
página, parecía eterno.- dice ella pero un grito la corta.
-¡Niall James Horan!, baja aquí ahora
mismo.
Mierda.
Narra (_______)
-No me creo que esta ya sea la última
página, parecía eterno.- un chillido me corta la frase.
-¡Niall James Horan!, baja aquí ahora
mismo.- grita un hombre.
-Lo siento, vuelvo.- parece que se le
corta la voz.- enseguida. ¿Puedes coger tus cosas, (_____)?, por
favor.
-Claro que sí.- respondo sin saber que
significa su mirada.
Niall lega a los pocos minutos de
haberse marchado, después de una conversación a base de gritos y
de, “no te dije que….”, por parte de su padre. Cuando abre la
puerta yo ya he recogido mis cosas y estoy en su cama sentada, alzo
la cabeza y veo su mejilla izquierda totalmente colorada, más de lo
que la suele tener, pues este chico de vez en cuando tiene un rubor
bastante atractivo en las mejillas, pero este vez no es por eso, esta
vez es a causa de un golpe.
-Ya nos veremos el lunes.- dice
frotándose el lado dolorido.
-¿Qué te pasa?.- no se porque me
intereso por él, sólo sé que se me ha partido el corazón al verle
entrar en su cuarto.
-Nada.- vuelve a apartarme la mirada.
-¿Niall?.- digo levantándome y
acercándome a su altura.- vale que nos llevemos mal pero… puedes
hablar de algo, de lo que… necesites.
-Tranquila.- casi estoy a 2 centímetros
de él.- no me pasa nada.- corta ese “nada” sorbiendo.
No sé que me pasa, ni sé si me gusta
lo que siento pero mis brazos sienten la necesidad de acogerle, de no
dejarle caer, de no soltarle… Así que le abrazo, coloco casi
temblando mis brazos sobre sus hombros e intento atraerle a mí con
suavidad. Noto su cabeza en mi hombro y sus lágrimas poco a poco lo
empapan. Niall Horan, el tio más prepotente del instituto, ¿tiene
sentimientos?. Me cuesta creerlo pero es verdad.
Le dejo desahogarse y cuando se remueve
un poco le suelto deslizando mis manos por sus brazos, creo que esta
vez la afectada soy yo y necesito el tacto de su piel de nuevo.
Agarro sus manos con fuerza y vuelvo a mirar su cara.
-¿Por qué lo ha hecho?
-No lo sé.
-¿Por qué te grita?
-Tampoco lo sé.
-Niall, es la, ¿primera vez que te…?
-No.- responde fijando sus ojos en mí.-
pero en serio, márchate (_____).
-No quiero.- respondo.
-¿Por qué?
-Quiero quedarme contigo Niall.-
respondo. El corazón se me va a salir del pecho en cualquier
descuido, lo sé.
-(_____), yo...- empieza.
-Nialler.- me sale sólo, me gusta, es
cómo una especie de mote que quiero usar sólo yo. Lo acabo de
elegir para él. Al mismo tiempo que lo pronuncio subo la mano hasta
su mejilla, la más roja y todavía noto lo húmeda que esta su piel.
-¿Qué?.- casi sonríe, pero se queda
en un leve gesto.
-Ahora soy yo la que no lo sabe.- digo
mirándole a los ojos. Si es que es cierto, son demasiado azules.- Me
gusta así, Nialler.
-Es… es raro.- consigo hacerle reír.
-Si te ríes, me vale.
-Ahora tú eres la rara, se supone que
no me puedes ni ver.
-Lo sé.
-Entonces, ¿qué significa esto?.-
pregunta y empiezo a odiar la distancia que me separa de su boca.
-¿Qué quieres que signifique?.-
consigo decir.- en el instituto seguro que seguirás siendo el mismo,
seguro, pero fuera de esos pasillos… de las clases, de todo eso.
Fuera de eso, a mi me gustas.- suelto de repente. Ahora si sé que
estoy colorada.
-¿Gustarte?.- pregunta empezando a
bajar la voz. Mis brazos recogen su cuello y asiento.
-¿Sigue siendo raro?
-No.- sonríe.- esta… bien.
-Esta bien.- y esta vez la que sonríe
soy yo y además como una tonta.
Me hace andar de espaldas y consigue
llegar a la cama. Se sienta y aunque sus manos están un poco
temblorosas me atrae para quedarme cerca de él.
-Te toca sincerarte a ti.- dice con una
sonrisa encantadora.
-¿A que te refieres?
-¿Qué le pasa a tu hermano?, ¿por
qué eres tan protectora con él?.- pasa mi pelo detrás de mi oreja
y se dedica a acariciarlo.
-Mi hermano…- se me quiebra la voz.-…
mi hermanito es autista.- una lágrima se escapa hasta sus dedos.
Narra Niall.
-¿Qué le pasa a tu hermano?, ¿por
qué eres tan protectora con él?.
-Mi hermano…mi hermanito es autista.-
en mi interior suena un, ¡CLACK!, al ver llorar esos ojos oscuros.
-¿Autista?, ¿es por eso que se pone
nervioso?- ella me asiente agarrando la mano con la que he apartado
dos lágrimas más.
-Sí, eres la primera persona que ha
ido a casa sin conocer… pero no se alteró. No sé que hiciste.
Tenía miedo, creí por un momento que
mi padre volvería a gritar pero escuché el ruido del motor del
coche, señal de que se habría ido a alguna comida de empresa, señal
de que volvería a casa de madrugada igual que siempre. Ella lo nota,
no sé como, lo juro que no lo sé, pero me entiende.
-¿Me odiaras más por lo que quiero
hacer?
-¿Qué quieres hacer?.- dice más
relajada.
Y de un suave empujón mi cuerpo queda
sobre el suyo, se deja e incluso se rie de vez en cuando, cuando le
hago cosquillas.
-No te odiaré por hacerme cosquillas.-
dice entre carcajadas- no lo haré.
-No era eso.
-Tampoco lo haré.- me mira casi metida
en un trance, me hace perderme también.- bésame.- pide.
Narra (______)
-No te odiaré por hacerme
cosquillas.- ha encontrado mi punto flojo- no lo haré.- me superan
las cosquillas en el cuello o las caderas.
-No era eso.
-Tampoco lo haré.- digo entendiéndole.
Me mata el tiempo que esta pasando
entre mis palabras y sus actos. Necesito que lo haga. Te necesito
Niall.
-Bésame.- esa palabra sale de mi boca
en un suspiro.
Sus labios bajan hasta los míos y hago
lo que llevo días muriéndome por hacer, perder mis dedos entre su
cabello. Al principio es tímido, es tranquilo, relajado, encantador.
Agarra mi nuca y me hace elevar la cabeza, sus labios chocan de nuevo
contra mi boca y nota un leve mordisco mio, siento su sonrisa, la
sonrisa más bonita del mundo esta sobre mí y mi único e indudable
miedo es dejarle escapar. Cuando se separa siento un vacío que me
hace apretar su mano.
-Es mejor que discutir.- dice radiante.
-Es mejor que discutir.- afirmo
incorporándome.
-Pues entonces quiero que signifique
algo, quiero que signifique que vas a ser mía.
-¿Es una posesión?.- pregunto
aguantando el aire.
-Una necesidad.
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